4 Más uno

NUEVA SERIE #4

El cartel como política para erizos*

Valeria Casali

El cartel, propuesta de Lacan para la organización de los analistas, se sitúa "en ese delgado hilo que se tensa entre lo que entra en el lazo social y lo que no es colectivizable de cada quien"[1].Como órgano de base de la Escuela constituye una apuesta a resguardar la enunciación y la causa de trabajo de cada uno, tanto como un cálculo colectivo que pueda hacer avanzar al psicoanálisis.

El cartel apuesta también a los efectos de formación. Entre ellos, una elaboración de saber, que incluye un saberse descompletado por lo real, estar en el esfuerzo de subjetivarlo, consentir a esa condición. ¿Cómo el cartel les hace lugar?

Tomaré la perspectiva de la función más-uno, desde la idea de "identidad vacía"[2], en la que Miquel Bassols propone detenernos en su Política para Erizos.

Poner a cada erizo en su lugar de Sujeto

Bassols, en la lectura que Freud hace de la parábola de los puercoespines[3] de Schopenhauer, destaca un detalle: "Quien tiene mucho calor interior propio, prefiere permanecer alejado de la sociedad"[4]. Lee calor interior como "púa interior", de la que el erizo-hablante no puede alejarse de ningún modo: púas del goce y del sentido. Lo que nos hace erizos para nosotros mismos.

¿Qué hace el cartel con las púas de sus erizos?

Bassols toma la articulación lacaniana que ubica en el advenimiento del deseo del analista, el resto que hace a la división del sujeto: "el asidero del deseo no es otro que el de un deser"[5]. Este deser pone de relieve la no identidad posible del sujeto consigo mismo, la identidad del sujeto del inconsciente como identidad vacía.

Por eso hay que echar mano a las identificaciones, ya que, como Lacan señala, "cuando los seres humanos no se identifican con un grupo están jodidos, para encerrar"[6]. Expresamente aclara que no dice a qué punto del grupo tenemos que identificarnos para hacer Escuela.

Me interesa la respuesta que Bassols ensaya: Este punto crucial de las identificaciones hay que saber buscarlo en el buen lugar: "la función del más-uno… principio lógico de la experiencia del cartel, de la Escuela y de todo grupo social orientado por el discurso analítico"[7].

Esta función debe hacer aparecer lo real en que se funda el grupo, para lo cual, es necesaria una subversión en la operación de la identificación, que encuentra en la modificación que Miller realiza sobre la conocida fórmula kantiana "Ponerse en el lugar de cualquier otro". La subversión que introduce Miller opera sobre el punto central de la identificación "poner a cada uno, cada uno de los otros, en su lugar de sujeto"[8].

La función más-uno así, toma a su cargo "causar el efecto de división de sujeto en la estructura del grupo"[9]e invita, especialmente, a producir cierto vaciamiento de las consistencias múltiples que puedan estar en juego.

El cartel, poniendo a cada uno -erizos habitados por las púas del goce y del sentido- en el lugar de sujeto dividido, permite "hacer de la excepción que es siempre cada sujeto en el grupo, de la singularidad de su síntoma, algo que valga para cada uno"[10].

Así, lo pone a jugar en la apuesta colectiva de hacer avanzar el psicoanálisis.

NOTAS

* Una versión ampliada de este texto se encuentra publicada en la sección "Productos de Secretaría".

  1. Tarrab, M. (1998) "En el cartel se puede obtener un camello", Revista virtual de Carteles, La 4+1, en: https://www.cuatromasunoeol.com/sv/referencias.en-el-cartel-se-puede-obtener-un-camello
  2. Bassols, M. (2018) Una política para erizos y otras herejías psicoanalíticas. Bs. As., Grama, pp. 19-39.
  3. Conocida como "El dilema del erizo", sitúa que para darse calor sin pincharse unos a otros con las púas requieren una distancia media, eternamente frágil, imposible finalmente.
  4. Bassols, M., (2018) Una política…, op. cit. n. 2, p. 14.
  5. Lacan, J. (1967) "Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela", Otros escritos. Bs. As., Paidós, 2012, p. 272.
  6. Lacan, J. (1974-75) El Seminario 22, RSI, clase del 15 de abril de 1975, inédito.
  7. Bassols, M. (2018) op. cit. n. 2, p. 36.
  8. Ibid.
  9. Ibid. p. 38.
  10. Ibid.