4 Más uno

NUEVA SERIE #3

El cartel en los antecedentes de la EOL - Sección Santa Fe

Gabriela Spina

En el año 1990, a partir de una conferencia de Germán García y Rosa María Calvet, invitados por Jorge Yunis y con el auspicio de la Universidad Nacional del Litoral, surge la idea de realizar una red de intercarteles, de la que formé parte -junto con otros colegas- como miembro del cartel organizador.

Durante ese primer año se formaron más de 30 carteles.

Para no sucumbir en los antecedentes fallidos de constituir un grupo más, por iniciativa de Germán nace la propuesta de fundar la Biblioteca Freudiana de Santa Fe y su inclusión como miembro de la Federación Internacional de Bibliotecas que presidía Judith Miller, afiliación que perdura en nuestros días.

Con la fundación de la EOL en el año 1992 y pasar a ser grupo asociado a la misma, se refuerza el trabajo interno y los vínculos a nivel regional, nacional e internacional. Un Curso Regular abre la actividad de transmisión bajo el título Los cuatro conceptos fundamentales en Freud y Lacan, un espacio de presentaciones clínicas, otro para la exposición de los estados de trabajos de Carteles a los que se sumarán otros espacios de Práctica con niños, Múltiple interés del psicoanálisis y Lecturas críticas.

A fines de 1994 se crea Inter carteles del Litoral, una red regional de carteles sostenidas por integrantes de Paraná, Rosario y Santa Fe. Se inscriben 49 carteles en el catálogo de la EOL y se realizan encuentros, conferencias, jornadas.

Estos antecedentes son los que dieron lugar a la fundación de la EOL sección Santa Fe, en el año 1998.

Jorge Yunis[1] para dar cuenta del movimiento de carteles que precipitó todo el trabajo que vino después ha expresado: Al comienzo fue el cartel. Así podríamos precisar lo que ha sido el recorrido, hasta estos días, del psicoanálisis lacaniano en nuestra ciudad y alrededores. Nuestra perspectiva -recogida en la publicación Más Uno, en su número cero, de 1996- partió de este simple enunciado: los carteles no son necesarios. Es decir, hay en ellos el gesto inicial de una elección y unadecisión. Nada que ver con esa necesidad esencial de los individuos a agruparse, pegotearse, hacer masa.”

Así sintetiza el trabajo de más de 30 años:

“Gracias al trabajo de los carteles pudo extraerse al psicoanálisis del adormecimiento en la cautividad de un grupo de analistas cuyas secretas afinidades en la preocupación por el ser, les impedía el pensar-con o los impotentizaba ante los otros saberes”.

Guillermina Ristch comenta que si bien ella no estuvo en el momento previo de la fundación de la Escuela, casualmente la primera actividad en la que participó en la Escuela fue en una actividad de carteles que despertó un interés en ella que la llevan a investigar qué era el cartel y presentar un trabajo en referencia al lugar del más-uno. Años después estuvo a cargo de la Comisión de carteles. Destaca lo interesante de la estructura del cartel como forma de trabajo.

Sabina Serniotti tampoco estuvo en el movimiento previo a la fundación de la Escuela. En relación al cartel lo piensa como un lugar de alojamiento de los síntomas en los lazos. El lazo con el otro singular y de la Escuela. Considera que antes había una forma más rígida de llevar adelante los carteles, con interpretaciones más rígidas sobre su funcionamiento.

En consonancia con ello nota que hoy en Santa Fe hay otra relación con la Escuela, con el psicoanálisis y eso también ha generado un lazo diferente entre los miembros, lo que produce efectos libidinales, efectos de formación.

En particular menciona el cartel que se formó con Leonardo Gorostiza para la preparación de las pasadas jornadas anuales de Santa Fe.

Asuntos de escuela es otro cartel que se había conformado años atrás para darle una forma diferente a la escuela. Se tuvo como premisa el alojamiento de las singularidades sin aplastarlas.

Para finalizar retoma la idea del cartel como una forma de alojar algo de la contingencia. Lo tiene presente no como algo necesario sino como una posibilidad que cuida de no fetichizar.

Camila Candioti comenta que haber tomado parte en el movimiento de Inter carteles del litoral que llevó a la fundación de la EOL en Santa Fe ha sido determinante para ella. Puerta de entrada por el cartel, le permitió hacer Escuela desde la base. Fundamental no por lo cronológico o el progreso -que no existe- sino experiencia de la “Escuela al revés”. El cartel como órgano de producción, crítica, control e intercambio entre analistas y no analistas, practicantes o no del psicoanálisis, atravesados decididamente por el discurso. No se trató de comisiones, organizaciones o burocracia, sino de una forma de lazo novedosa.

Además aporta que el torbellino del cartel se ubica en las antípodas de la institución. La Escuela habitada desde el cartel permanece fiel a lo más vivo del discurso analítico.

Los carteles forman la Escuela, ésta no es sin el Pase y el testimonio del AE cuenta con el pasaje por el Cartel del Pase.

Entonces, pase, cartel y Escuela forman una topología indisoluble, productiva e instituyente.

Por último Silvia Puigpinós[2] plantea de inicio la idea según la cual el analista lacaniano tiene que ver con una escuela. El cartel y el pase son dispositivos que hacen a una escuela.

Habiendo estado presente en el momento en que funcionó la Red Intercarteles, señala haber tenido desde el comienzo un interés por la escuela, no sólo como institución sino en relación al deseo de trabajar e intercambiar con otros.

Reunir carteles fue importante, no sólo como órgano de base sino también como el dispositivo en el que se ha sentido más a gusto. Refiere que al ser practicante de un cartel, la “función del cartel” puede desplazarse a otros dispositivos como por ejemplo a un seminario.

Se transmite el gusto por trabajar con otros. El efecto de transferencia de trabajo es una provocación y se lleva como la peste a otros lugares. Ese efecto se evidencia en el Seminario bianual de la EOL Sección Santa Fe, que se viene desarrollando actualmente. El seminario en la sección tiene que ver con el dispositivo del cartel, ubicando que no tiene por qué ser eterno y que hay que verificar cada vez. Si bien Lacan habló pocas veces de Sujeto Supuesto Saber y de transferencia de trabajo, Miller ha desarrollado esos conceptos. Podemos leer los efectos de la transferencia de trabajo como efectos de formación.

Aclara también que no necesariamente por aplicar el dispositivo del cartel ello se encarna. Los efectos del cartel se leen con posterioridad. A veces no pasa nada. Cree que los fracasos en la escuela y en el cartel están ligados a la dificultad para sostener una transferencia de trabajo.

Piensa que es mucho lo que se le debe hoy al dispositivo que el cartel nos ha enseñado.

NOTAS

  1. Entrevistas realizadas por Cecilia Cetta, integrante de la Comisión de Carteles a: Jorge Yunis, Guillermina Ristch, Sabina Serniotti, Camila Candioti y Silvia Puigpinós.
  2. Puigpinós, S. (1996) “El porvenir de una desilusión”, Revista Analítica del Litoral, n. 6, Santa Fe, Ediciones Apeirón, pp. 35-45.