4 Más uno

NUEVA SERIE #3

¡Huye de lo siempre sabido!

Clara María Holguín*

La investigación en Psicoanálisis no hace referencia ni a un método ni a técnica alguna. Es una lectura creativa, una escansión, una puntuación: en ella se prioriza el detalle, lo no generalizable; más allá de las clases y la verdad, se introduce el juicio y el tacto. Es esa parte de la enseñanza, como dice Jaques-Alain Miller[1], que se diferencia de la repetición, acumulación y erudición. Significa “búsqueda, espera de lo nuevo…espera de un buen encuentro, de un hallazgo”[2].

Este anti-método, muestra su dimensión de imposible: el objeto de investigación no alcanza a ser dominado. Siempre hay una fuga de lo real.

Así, la investigación en psicoanálisis, además de introducir el registro de la contingencia, muestra la resistencia de un saber y cierto fracaso del dominio de un real. Algo siempre cambia, remodela, moviliza, preservando de ese modo la dimensión de insatisfacción[3]. “Huye siempre de lo ya sabido”[4], no hay Otro que sabe, ni regla en el universo.

¿Qué dispositivo permite sostener este anti-método? ¿Cuál es el idóneo para llevar a cabo la investigación en psicoanálisis, tal como la hemos descrito aquí?

Lacan inventa el dispositivo del Cartel, como órgano base de su Escuela, medio para realizar El trabajo en psicoanálisis[5]. Propone un dispositivo que permite ir contra el didactismo de la institución analítica y la enseñanza clásica. Un arma contra todo conformismo, y comodidad del saber adquirido, que rechaza el mutualismo con el que el grupo se defiende de la sorpresa y lo imprevisto. Pero también un modo de evitar los efectos imaginarios, que se ubican generalmente en la localización del saber en uno de los participantes y en la alienación de los amos locales. Es un verdadero despertador.

Que sea un dispositivo de Escuela implica que su estructura es congruente con ella y, que El trabajo que allí se realiza, se decide inscribir en la misma. Es una manera de pertenecer a la Escuela analíticamente, poniendo al trabajo el agujero que es su fundamento: no se sabe qué es un analista. Su idoneidad está, entonces, en posibilitar una investigación sobre lo que es un analista (sea por la vía de lectura de textos fundamentales, sea por la vía de la lectura de la época de la que el analista hace parte). Y si bien no decimos que es un dispositivo de formación como el pase y el control, sí es un dispositivo de elaboración, con efectos de formación.

La estructura del cartel, en tanto organización circular y agujerada privilegia la igualdad (allí nadie ni es mejor, ni sabe más que otro) y favorece la elaboración asistemática y singular. Es un remolino.

Este trabajo y/o investigación en Psicoanálisis llevada a cabo en este dispositivo se diferencia de la universidad y el grupo de estudio porque es un lazo social temporal (tiene como fundamento la disolución) y está por fuera del discurso universitario y del amo (mâitre). Sin que se trate del discurso analítico, articula este discurso al histérico, desafiando la lógica propia de los grupos. Al tiempo que sostiene un número limitado de participantes donde cada uno tiene su nombre, es decir, no hay anonimato, la función del más-uno, que se diferencia de la del líder y/o el maestro, introduce una antinomia en la lógica del todo propia de cualquier grupo, al privilegiar el uno por uno. “El más-uno no está en el cartel más que para descompletarlo”[6]. No hay todo, ni todos.

Pero ¿qué es lo propiamente inédito y subversivo de este dispositivo? Es un trabajo animado por la transferencia. No se trata solo del amor imaginario y/o simbólico, sino de una elaboración atravesada por un amor real, es decir un amor que incluye el saber como imposible, un saber no-todo (el goce).

Por tal razón, más que intentar dominar un saber y adecuarlo al objeto universitario o al Otro del saber, se trata de inventar. “La transferencia de trabajo, es una transferencia al trabajo”[7]. La transferencia es sobre el trabajo, y no sobre una persona; está orientada por el trabajo de cada quien, ese que surge a partir de un rasgo particular, del rasgón: “desgarro producido por algo que enganche”[8]. El S1 efecto del rasgón que interroga, se pone al trabajo en articulación con el de otros, para producir una elaboración colectiva que aloja la enunciación de cada uno. Cada uno “pone de su parte” para posibilitar la extracción de un saber, acoge lo no sabido, dando la posibilidad de encontrar, a partir de la propia pregunta y siguiendo el momento de su recorrido, un trozo de saber que no sabía. Es una invitación a inventar el propio camino, a hacer una inmersión que permite confrontar el saber para ejercerlo. Así que, más que repetición, se trata de un saber renovado por su ejercicio, es decir hacer algo nuevo con el saber recibido, y de ese modo volverlo operativo y fuera del valor de cambio.

Finalmente señalemos que la transferencia de trabajo, supone también, dice Lacan en el Acto de Fundación, “la transmisión de un sujeto a otro por las vías de una transferencia de trabajo”[9] lo que quiere decir, “a otro y a otro, lo que abre a una relación con el todos del grupo analítico que es abierto”[10]. Es una transmisión por recurrencia, no de uno a todos, sino uno por uno.

De este modo el cartel, a diferencia de otros dispositivos se constituye como medio privilegiado para la transmisión en psicoanálisis: preserva el encuentro, lo imprevisible y lo singular. Contraría la burocracia y la jerarquía. Es anti-segregativo y anti-masificante, pero, sobre todo, produce un anudamiento para provocar una elaboración, una extracción de un saber.

NOTAS

* Miembro AME de la Nueva Escuela Lacaniana-Bogotá y de la AMP, Coordinadora de la Comisión de Carteles de la NEL-Bogotá, Miembro del Consejo de la AMP.

  1. Miller, J-A. (1998) “El Ruiseñor de Lacan”, Del Edipo a la Sexuación, Buenos Aires, Paidós, 2001, p. 245
  2. Ibíd.
  3. Ibíd, p. 248.
  4. Laurent, E. (2001) “Lo imposible de enseñar”, Del Edipo a la Sexuación, op. cit., p. 269.
  5. Él no dijo, “Para la ejecución del trabajo adoptaremos el principio de elaboración sostenida en seminarios, cursos, conferencias, jornadas de estudio…. sino que dijo, se llevará a cabo en un pequeño grupo…”.
  6. Lacan, J. (1980) “D’ecolage”, Ornicar?, n. 20-32, París, Seuil, pp. 14-16.
  7. Miller, J.-A., (2022) Cómo se terminan los análisis. Paradojas del pase, Buenos Aires, Grama, p. 146.
  8. Miller, J.-A. (2000-01) El lugar y el lazo, Buenos Aires, Paidós, 2013, p. 13.
  9. Lacan, J. (1964) “Acto de fundación”, Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 254.
  10. Stiglitz, G. “Ética del cartel o del siete al cuatro más-uno”. Texto presentado en las Jornadas de Carteles de la EBP, inédito.