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NUEVA SERIE #4

Entrevista a Adriana Soto*

Secretaría de Carteles: ¿Cuál es el aporte distintivo que podría tener el cartel en la investigación y formación en el ámbito hospitalario?

Adriana Soto: Desde la propia experiencia como cartelizante al inicio de mi práctica en un hospital de la provincia de Buenos Aires, considero que hay una incidencia indudable del cartel para investigar y formarse en la práctica hospitalaria a tono con la política de Escuela, que "adopta el principio de una elaboración sostenida en un pequeño grupo"[1]. Su aporte distintivo es la oportunidad de sostener lo analítico en lo institucional.

Habitar un cartel en el hospital resulta fundamental frente al empuje de la salud para todos, donde elegirse en un proyecto de trabajo, concernidos por la causa analítica, favorece el hecho de hacer uso de los dispositivos hospitalarios desde la lógica del uno por uno más allá de los protocolos establecidos. Así en algunos casos, la admisión puede ser una ocasión para que quien consulte admita la dimensión de sujeto que le es propia, una internación puede advenir intervención por sus efectos, o un trayecto de consultas por guardia puede transformarse en un tratamiento.

La experiencia de formación en un cartel, invita a la conversación con algunos otros reunidos por una transferencia de trabajo, bajo un tema común y un rasgo singular, que incluye la elección de un más-uno cuya función, entre otras cosas, propicia lo que adviene como producción singular. Eso puede dejar huellas inolvidables y ser el puntapié para otras presentaciones en el Campo Freudiano, o también permitir localizar lo que insiste como tema singular a seguir investigando.

A la vez, participar de un cartel, más allá de los efectos de formación que produzca, resulta un interesante modo de inscripción y participación en la vida de la Escuela.

S. C.: ¿Puede ser el cartel un modo de tratamiento del malestar institucional?

A. S.: ¡Efectivamente lo es! La riqueza de pasar por la experiencia hospitalaria no deja por fuera el malestar propio de lo institucional. La vorágine de la práctica atravesada por las políticas de salud pública y las reglas de la misma institución, así como los distintos momentos sociales, sanitarios o institucionales que inciden en las presentaciones clínicas o imprimen, a veces, exigencias a los practicantes, pueden dejar infiltrar el discurso del amo en el discurso analítico. Ese orden de cuestiones es difícil de soportar sin cierta lógica colectiva dócil a consentir con una conversación. Aunque eso no es exclusividad del cartel ya que hay espacios de reuniones y formación en el hospital, de todos modos, estar en un cartel resulta una oportunidad para tratar momentos padecidos que se relatan de modo singular, ligados a una Escuela que puede operar como refugio frente al malestar en la civilización. No es sin otros como resulta posible subjetivar algunos impasses.

NOTAS

* Lic. en Psicología. Instructora de residentes de psicología del HIGA Magdalena V. de Martínez, Pacheco, Bs. As. Ex-concurrente del Servicio de Salud Mental del Hospital Central de San Isidro: Dr. Melchor Ángel Posse, Bs. As.

  1. Lacan, J. (1964) "Acto de fundación", Otros escritos.Bs. As., Paidós, 2012, p. 247.