4 Más uno

NUEVA SERIE #4

Cartel: Remolino de Escuela

Ruth Gorenberg

Además se necesita que junto con esto instaure yo un remolino que les sea propicio
"Señor A.", Lacan[1]

Remolino fue el nombre de un boletín de unas Jornadas ELP, "figura que conviene al cartel: movimiento rápido y giratorio, viento resistente al efecto de grupo y a los pegoteos"

La invitación a esta Plenaria me sorprendió, por supuesto gratamente. Agradezco entonces a los organizadores de las Jornadas por la convocatoria. En verdad yo ya había enviado mi texto para las mesas simultáneas de carteles al recibir esta linda invitación.

Así a la hora de preparar mi intervención decidí retomar aquel texto que ya había enviado, esto tiene gracia ya que es efectivamente un estado de trabajo de un cartel que conformamos junto al Directorio Adjunto de la EOL.

Su tema es: "Formas contemporáneas de la transferencia de trabajo", integrado por María E. Cora, Ivana Bristiel, Paula Szabo, y yo, más-uno: Nicolás Bousoño. El cartel, surge como deseo del Directorio Adjunto EOL, de avanzar sobre temas de Escuela. Desde mi rasgo, parto de la soledad del analista, lugar al que de algún modo conduce el análisis, luego vía la salida a la Escuela, el riesgo de que ésta se convierta en un gueto. ¿Cómo avanzar más allá del discurso capitalista, en la transmisión del psicoanálisis?

1. "Solo como siempre estuve"

En El banquete de los analistas, Miller refiere a las dificultades que se presentan en las relaciones entre analistas. En esa línea recuerda que hacia la fundación de la Escuela en 1964, Lacan afirmaba que "siempre había estado solo en relación a la causa analítica"[2].

Menciona también los estruendos de lo que Lacan llamó excomunión y los relaciona con la soledad de Freud "de algún modo fosilizado en la comunidad analítica que él había reunido"[3]. Así conviene recordar la utilización de su segunda tópica, por muchos de sus seguidores, para fines en verdad opuestos a los motivos que llevaron a Freud a su introducción.

Sin embargo en confrontación con la idea de "los psicoanalistas contra el psicoanálisis", Miller propone incluyendo un cierto aire festivo "el banquete de los analistas".

Un banquete inspirado el "dispar convivium"[4] de Erasmo, comidas dispares, comensales desiguales, pero en el cual se trata en especial del banquete de la vida. El banquete se articula a la "política del analista" entendiendo por tal "revisar en el principio… desde el principio, la estructura por donde toda acción interviene en la realidad"[5]. Así habrá que distinguir el acto analítico como un tema fundamental de la política del analista.

2. El "gueto de los analistas"[6]

Hay un movimiento que me parece captar en Lacan respecto del concepto de "extraterritorialidad" del analista y su discurso. Así, a la altura de "Variantes de la cura-tipo" propone "una cuestión murciélago"[7], en referencia a una fábula de Esopo, donde el asunto es, haciendo un paralelismo con la fábula, interrogar en qué consiste el psicoanálisis, si está del lado de la ciencia o de la ética, sugiriendo que , el psicoanálisis tendría una "doble pertenencia". Se trataría de una paradoja.

Sin embargo una década más tarde en una intervención de Lacan en una mesa redonda bajo el tema "El lugar del psicoanálisis en la Medicina" señala que el lugar del psicoanálisis en la medicina es marginal y "extra-territorial". "Es marginal debido a la posición de la medicina respecto del psicoanálisis, al que admite como una suerte de ayuda externa, comparable a la de los psicólogos y otros asistentes terapéuticos. Es extra-territorial por obra de los psicoanalistas, quienes sin dudas tienen sus razones para querer conservar esta extra-territorialidad. Ellas no son las mías pero, a decir verdad, no pienso que mi anhelo bastase para cambiar al respecto las cosas"[8]. Leemos allí un Lacan decidido y deseoso de salir de la "parroquia" y asumir el desafío de hablar la lengua del Otro, en ese caso de la medicina, nuestro socio de siempre.

3. ¿Qué es lo que será el psicoanálisis mañana?

Agradezco a Paula Szabo que me haya facilitado la revista Uno por Uno, número 25, en la cual esta pregunta le es formulada a Judith Miller, quien responde que el psicoanálisis será lo que harán aquellos que no estén preocupados exclusivamente por el funcionamiento de sus grupos.

Me atrapó su remarcar el valor de "hacer conocer obras acerca de las cuales no habla la mass media", también la importancia de "despertar al mundo psicoanalítico… a lo que Lacan designó como ciencias afines". Dice Judith Miller: "...pero es muy difícil agujerear la mass media sin ser digerido por ella". Esto mismo se articula con lo que plantea párrafos después acerca de la importancia de la presencia en la Escuela de los "no analistas", en tanto "pueden encarnar el puente para la oreja analítica"[10]. Un puente que se atraviesa en doble sentido ya que el no analista se beneficia de las ventajas que a su vez le ofrece la Escuela.

NOTAS

  1. Lacan, J. (1980) "Señor A.", En los confines del seminario. Bs. As., Paidós, 2023, p. 69.
  2. Miller J.-A. (1989-90) El banquete de los analistas. Bs. As., Paidós, 2000, p. 11.
  3. Ibid.
  4. Ibid., p. 15.
  5. Ibid., p. 31.
  6. Lacan J. (1958) Escritos 2. Bs. As., Siglo veintiuno, 1987, p. 569.
  7. Lacan, J. (1955) "Variantes de la cura-tipo", Escritos 1. Bs. As., Siglo veintiuno, 1987, p. 313.
  8. Lacan, J. (1966) "Psicoanálisis y medicina", Intervenciones y textos 1. Bs. As., Manantial, 1988, p. 86.
  9. Miller, J. (1992)"Cuatro preguntas, más una (entrevista)", Revista Uno por Uno, n. 24-25. Bs. As., Eolia, pp. 40-45.